El Mosquitero

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Pidiendo a los diputados españoles que obliguen a las redes sociales a denunciar los abusos de menores #limpialared

Acabo de firmar la petición que ha creado Marcelino Madrigal en Chage.org en la que se pide a los diputados españoles que obliguen a las redes sociales a denunciar los abusos a menores que se suceden a diario en ellas. Aunque no lo creáis aún hoy eso no se hace. En el blog de Marcelino podéis encontrar el texto íntegro de la petición.

Como bonus os dejo el documental que ofreció La2 Atrapados en la red.

Marcelino Madrigal renuncia a la denuncia pública @mmadrigal

Marcelino ha renunciado a la denuncia pública de los abusos a menores en las Redes Sociales. Lo ha dejado plasmado en un post cargado de un resentimiento amargo que dirige directamente hacia todos los que pudiendo haber hecho algo para denunciar estas situaciones, han optado por la callada, el ‘ya lo arreglaran otros’, o el simple pero devastador ‘no es cosa mía’. Lo hace, lo percibo así, triste y desanimado por todo lo que al parecer ha supuesto esta pelea en solitario para su vida privada, laboral, y familiar. Recuerdo que alguna vez comentó que le preguntaban en su trabajo sobre cosas que aparecían en la Red sobre él. También haber sufrido amenazas dirigidas a su hija de un energúmeno por denunciar lo que denunciaba. Le recuerdo intentos de descrédito profesional por poner los puntos sobre las íes…

Renuncia quien, en mi humilde opinión, más ha ayudado a los demás a concienciarse sobre los problemas y los peligros de las Redes Sociales. Quien más nos ha abierto los ojos a la hora de valorar qué porcentaje de nosotros era sencillamente mercancía para aquellos que nos ofrecían servicios gratuitos en la Red. Renuncia quien más se expuso a la ira de los denunciados. Quien a pecho descubierto inmoló públicamente la privacidad de su persona para poner un nombre y una cara detrás de una denuncia que de otro modo hubiese pasado aún más desapercibida por la blogocosa.

Se ha ido un espejo en el que mirarse. Ahora y más que nunca, los niños están más solos, más desamparados, más desprotegidos. Pero tal vez si nosotros recogemos el guante, si nos demostramos a nosotros mismos que escribir un poco sobre esto no es tan malo, si decididos caernos del árbol en que vivimos y aprendemos que no todo son risas por estos lares, que hay lágrimas, vejaciones y abusos intolerables. Tal vez digo, Marcelino así no haya expuesto su vida en vano.

Pero eso ya no es cosa del maestro señores, es nuestra, y del resultado seremos nosotros los culpables. Él, si tuvo que expiar alguna culpa por lo que hizo, ya hace años que la hubo pagado con creces. ¿Serán capaces de convencerse de que todo esto va con ustedes? Yo creo que no. Lo que ha escrito Marcelino es un post más en un océano de artículos insustanciales que pasará desapercibido para la mayoría.

Y esa es la pena de todo esto, que lo que ha hecho Marcelino durante todos estos años, sus sacrificios, su exposición pública…no ha servido de nada. Ni siquiera para concienciarles a ustedes de lo que ocurre a su lado. En fin…

Menores en las Redes Sociales #limpialared

Al parecer Facebook, y según he leído por ahí también twitter, están pensando cómo rodear la ley que prohíbe que los menores de trece años tengan un perfil en sus redes sociales. La razón de ello es bastante sencilla y no tiene nada que ver con el deseo de alcanzar algo loable que mejore la vida de los menores del mundo. La razón, como digo, es lisa y llanamente la recuperación de una serie de ingresos perdidos que han caído, primero por su fallida entrada en bolsa, y después por el cuestionamiento de la efectividad de su publicidad. Un ejemplo podría ser la de General Motors, que unos días antes de que saliera a bolsa Facebook decidió cancelarla apoyándose en una encuesta de Associated Press y CNBC que demostraba que el 85% de sus usuarios nunca pinchaba en los anuncios.

Cuestionarnos lo adecuado de dicha medida, sin ponernos antes en antecedentes sobre lo que ocurre con los menores, que ya de por sí con prohibición y todo pululan por esas Redes Sociales, es ni más ni menos que una temeridad. Blogs como el de Marcelino Madrigal en mayor medida, o como servidor  de vez en cuando, hemos puesto miles de veces el grito en el cielo por la impunidad con la que pederastas y pedófilos navegan por esas redes sociales. Incluso la policía no hace más que alertar a los ciudadanos de la inseguridad que se auto-generan con la permisibilidad que imprimen en sus perfiles sociales.

Aún cuando un niño tenga que estar asociado al perfil de su padre, éste no tendrá porqué conocer necesariamente el funcionamiento de las Redes Sociales. Sus entresijos. Sus peligros. Sus trampas.

Los pedófilos utilizan fotos de menores, en el mejor de los casos, para darse a conocer entre ellos mismos. Utilizan esas mismas Redes Sociales para intercambiar materiales. Para realizar quedadas con menores. Para aumentar sus colecciones con las imágenes que a día de hoy suben ingenuamente sus propios padres.

Facebook quiere aumentar su mercado aún a costa de poner en peligro a miles de niños. El propio Facebook hace poco o nada con cada denuncia de perfil pedófilo o pederasta que le llega. El mismísimo facebook permite fotos de genitales en las imágenes de perfil en las que los usuarios asociados tienen como fotos también niños y niñas semidesnudos que buscan amistades o relaciones. A Facebook, en definitiva, se la repanpinfla la seguridad de los menores con tal de que estos le proporciones más datos con los que comerciar.

Son muchos enlaces, lo se, pero todos y cada uno de ellos les darán una imagen nítida de lo que a estas horas se cuece en las Redes Sociales. Imagínenlo con millones de niños autorizados a subir fotos con un control parental de dudosa efectividad y otros tantos millones de padres a los que serán los hijos quienes deberán abrirles el perfil a sus padres para que éstos les puedan autorizar.

Piénsenlo bien ustedes y después permanezcan sentados sin siquiera escribir un mísero post a cerca de ello. Piénsenlo y mañana, cuando cualquier cosa pueda ya pasar dentro de la legalidad, pongan el grito en el cielo. Entonces, lo que digan, lo que hagan, lo que crean justo, no tendrá valor alguno. Habrán perdido el tiempo. Habrán sido derrotados de nuevo por una empresa que tan solo los ve como ganado.

El empeño de Facebook #limpialared

Lo siento, pero no me he podido resistir a volver a hablar del abuso a menores en las Redes Sociales tras haber escrito un post sobre el valor de los perfiles de Facebook primero, y leer otro que hacía referencia a esa misma Red Social, alertando de la presencia de niños desnudos y presuntamente sometidos por pederastas.

Verán, tras leer ese segundo post y recordar todas las molestias que en Facebook se toman para conseguir personalizar la publicidad que nos incluyen en su herramienta, o analizar la valía de las personas que quizás nos venga bien que nos sugieran como amigos, sumado todo a esa ingente cantidad de datos cruzados que ellos y sus colaboradores se ceden, entre las que cuentan las ip’s de nuestros ordenadores, la geolocalización de nuestras búsquedas, o los datos de los móviles que utilizamos para interactuar por aquellos lares, uno no atina a comprender cómo es posible que ante una sencilla denuncia por presunto abuso de menores sea tan complicado actuar en defensa del menor.

Verán, servidor ya conoce la respuesta a ésta pregunta. Se reduce, como tantas cosas en la vida, al negocio. Se recopilan datos para hacer negocio, no para hacer justicia. Y se pierde dinero, mucho dinero, si por casualidad se asocia a la Red Social Facebook con la pornografía infantil y a la desidia de sus propietarios hacia ese monstruoso problema.

No es que no puedan dar solución a los problemas, es, sencillamente, que no les interesa. Se trata de que los datos los supervisen robots que busquen patrones en imágenes y texto, porque ni duermen, ni cobran y trabajan veinticuatro horas al día. Se trata de que ese trabajo realizado por humanos es costoso y caro. No se trata de censura a quienes deciden denunciar, sino simple y llana supervivencia de un modelo de negocio que hace de la ignorancia de sus usuarios el mayor de los activos para sus potenciales clientes.

Ya ven, en Facebook pueden geolocalizarnos, darnos la ip de nuestro ordenador y de todos los que hayamos utilizado alguna vez para conectarnos a sus servidores, pero les resulta complicado enviar un simple mail a la policía del país correspondiente con los datos que éstos le pidan sobre un  posible pederasta de su red social. Esa es la empresa que vale cien mil millones de euros (100.000.000.000 €).

El lado oscuro de la red #porunaredlimpia

Si los que hoy patalean por la ley SOPA Americana se molestaran la quincuagésima parte en denunciar los perfiles pedófilos en Twitter, Facebook, Tuenti o Live Saces, otro gallo cantaría por esta red de redes que cada día sucumbe más en su propia mierda endogámica…

Y sí, el Documental es antiguo (del 2004) y largo (seis capítulos), pero recordad el dato; si eso ocurría entonces, cuando la Red de Redes aún no había alcanzado la implantación mundial que hoy tiene, ¿cómo de monstruosas serán las cifran que hoy manejen las autoridades policiales?

De verdad os lo digo, habría que pensarse muy mucho en qué iniciativas debemos poner todos nuestros esfuerzos de forma solidaria y en cuantas nuestra presencia beneficia sencillamente a unos miserables cuya única aportación a la cultura es un enlace cubierto de publicidad que le permite vivir del cuento a costa del trabajo de los demás…