El amigo Marcelino escribió el otro día un post sencillo y directo refiriéndose exclusivamente a la primera parte de este mismo artículo. Como no podía ser de otra forma os pongo el vínculo para que lo visitéis y le deis una ojeada a ese mismo post. No tardaréis más de tres o cuatro segundos en hacerlo…os espero aquí…
¿Ya estáis aquí? Bien…
El caso es que muchos de los que habréis visitado el blog de Marcelino os estaréis diciendo que eso, lo leído allí, no es más que una obviedad. Una infantil forma de ofrecer un post directo y más que mascado por estos lares. Pero el caso es que si miramos más adentro, en el fondo de la cuestión, en el interior del consejo mismo que acabamos de leer, y lo captado lo aplicamos a los blogs y revistas que solemos leer a diario, nos encontraremos con una idea que emerge y le da sentido a tan sencilla afirmación que nos dejará en la mente un poso convertido en sabio consejo; además de leer lo que hay que hacer es discriminar en nuestras lecturas.
Verán, uno puede decidir escribir simplemente lo que piensa, o decidirse por algo un tanto más complicado estructurándolo para conseguir que su lectura se convierta en un mecano léxico que facilite al lector sumergirse en la lectura atrapándolo en el momento. Eso, amigos míos, no está al alcance de muchos. Y para ser sinceros, de entre todos los blogs que suelo leer, ni hay ni uno que cumpla a la perfección con dicha regla. No se olviden que hablamos de cual se merecería pagar por leerlo, no de cual es bueno o malo, así que no se me enfaden y sigan leyendo…
¿Y cómo saber que un blog es digno de tal distinción? Bien, para ello podemos hacernos la pregunta que el otro día se hizo Javier Pastor en su blog y que se refería a si habría futuro para los contenidos on-line de pago en el sector de los blogs. Los resultados fueron aplastantemente favorables a los contenidos gratuitos, pero de entre todos los datos emergió a la superficie uno que me hizo pensar en escribir este post; un 22% de los encuestados estaría dispuesto a pagar entre cinco y diez euros al año por suscribirse a su blog preferido.
Y la pregunta final sería…¿para qué tipo de blog estarías tú dispuesto a destinar esos dineros? En mi caso evidentemente estarían destinados a un blog que me contara cosas y que escribiera posts más o menos como los artículos que se pueden leer en Jot Down. Claro pensarán algunos de ustedes, eso es poner el listón muy alto…pero yo les digo…¿y no lo es pensar por cobrar por algo que se escribe en diez minutos?
Yo en la encuesta vote por los cinco euros. Destinar esos dineros en sí mismo es un sacrificio pueril si tenemos en cuenta lo barata que nos saldría la suscripción, pero después, pensándolo un poco mejor y haciendo un analítico repaso a mi google reader, descubrí atormentado que aunque quisiera hacerlo ninguno de los blogs a los que era asiduo merecería dicho desembolso. Y no porque no escriban bien o no me guste lo que hacen con sus blogs, sino más bien porque al final de un año en un blog se mezclan buenos y magníficos posts con facilones artículos que rebajan la calidad del feed hasta convertirlo en un sencillo pasatiempo.
Y si miramos detenidamente a aquellos que podrían llamarse profesionales y los analizamos de forma crítica para poder hundirlos sin piedad, observamos sorprendidos que tampoco pasarían el examen. Un ejemplo claro serían todos aquellos que aspiran a convertirse en medios de información. Aquellos que opinan sin descanso. Los mismos que comparados con el feed de las agencias de prensa no pasan de parecer un simple eco de las mismas.
¿Pagaríamos por algo que ya es gratuito? Yo creo que no. Supongo que la forma más sencilla de hacerse una idea de cuan bueno es el blog en el que pensamos y las posibilidades que tendría el mismo de beneficiarse de esa suscripción que sobrevuela angustiada éste post, estaría en ver en un año cuántos de los posts dejaríamos de leer con tan solo vislumbrar el título. Sorprendentemente podríamos asegurar, al menos en mi caso, que la gran mayoría de los posts que se escriben en mi Reader no consiguen aplacar mi necesidad de marcar en la casilla ‘marcar todos los artículos como leídos’.
Creo sinceramente que los contenidos en los blogs sí podrían estar sujetos a una especie de suscripción pagada. Pero para hacerlo los autores de los mismos deberían saber que sus contenidos no podrían nunca ser creados en diez o doce minutos, como este post, sino que necesitarían de una documentación, esmero y cuidado extenuantes para aquellos que como yo carecieran de vocabulario, ganas y gusto suficientes.
Y esa es mi opinión…¿cual es la suya?